La Municipalidad de La Calera continúa con los operativos de control de vehículos en el marco de la campaña "Basta de ruidos molestos". Según informó el área de Seguridad Ciudadana, estas acciones responden a la creciente demanda de los vecinos para reducir la contaminación sonora en la ciudad.

Los controles se realizan en diversos puntos estratégicos y buscan hacer cumplir la ordenanza 01/25, recientemente promulgada desde el oficialismo. La normativa establece límites estrictos para ruidos generados por vehículos y otros factores urbanos.

Estos operativos se mantendrán en el tiempo con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes y garantizar el respeto a las normativas ambientales.

Qué dice la ordenanza

El viernes 10 de enero por iniciativa del Ejecutivo, el Honorable Concejo Deliberante aprobó el Proyecto de Ordenanza N.º 052/CD/1994, que establece nuevas regulaciones para controlar la emisión de ruidos molestos y vibraciones excesivas en el ejido municipal.

El Intendente impulsó personalmente esta normativa con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los vecinos, reduciendo la contaminación sonora generada por vehículos, motocicletas y otros factores urbanos.

Para hacer cumplir la ordenanza, se dispuso un espacio en el Centro Operativo de Prevención (COP) para el resguardo de los vehículos detenidos en el Corralón Municipal.

Campaña de Concientización y Sanciones

Con el propósito de informar a la ciudadanía sobre las nuevas disposiciones, en febrero se llevó a cabo la campaña “¡Basta de ruidos molestos!”, dirigida a conductores, ciudadanos y turistas que circulen por La Calera.

A partir del 1 de marzo, quienes incumplan la normativa serán sancionados con multas que oscilarán entre 100 y 700 Unidades Fijas (UF), según la infracción:

• Vehículos y/o motocicletas sin silenciador o con escape modificado: 100 a 700 UF.
• Música a alto volumen dentro del vehículo: 200 a 500 UF.
• Uso indebido de la bocina: 200 a 500 UF.

Los vehículos y motocicletas que infrinjan la normativa serán retirados y trasladados al Corralón Municipal.