Haciendo un repaso de lo que deja este 2020 que está terminando, y con la mirada puesta en lo que vendrá a partir del 1 de enero de 2021, con la apertura al turismo interprovincial, el intendente  de Mina Clavero, Claudio Manzanelli, pone sobre la balanza lo bueno que puede traer la expectativa de un importante número de visitantes y el riesgo cierto de un potencial aumento de casos de coronavirus. Para ello, la ciudad se prepara en la aplicación de protocolos y extrema la concientización para prevenir esa alternativa.

- ¿Cómo lograron acomodarse desde el municipio ante esta situación de pandemia que modificó las expectativas y la vida de todos?

- Sí, la verdad que sí, encima nosotros habíamos salido de una muy buena temporada, entonces empezamos el año con muy buenas expectativas y teníamos por delante un fin de semana del 24 de marzo con una carrera que se hace habitualmente, que es la Vuelta de las Altas Cumbres, que va creciendo y atrae una buena cantidad de público de clase media-alta que deja un buen ingreso en Mina Clavero. Nos perdimos eso, y nos perdimos Semana Santa porque entramos en la pandemia. Los municipios somos los que tuvimos que estar al frente, poniendo la cara, asistiendo a la gente, poniendo a veces la cara con algunas medidas de los decretos nacionales y el COE que no eran para nada fáciles de afrontar, sobre todo para la gente. Obviamente hubo medidas que no les gustaron, aun entendiendo que había que priorizar la salud. Pero los que poníamos la cara por todas esas decisiones nacionales y provinciales hemos sido los intendentes. De hecho, la hemos pasado muy mal a nivel humano los intendentes. Salíamos de una buena temporada, nos perdimos en Mina Clavero dos fines de semana muy importantes, ahí se nos truncaron las expectativas de golpe, y así estamos hasta el día de hoy, muy complicados porque se vio resentida nuestra recaudación. En los municipios obviamente la gente lo primero que dejó de pagar fueron los impuestos, y tuvimos que salir a asistir sanitariamente, económicamente a la gente, a las familias que no pudieron trabajar. En el caso particular de Mina Clavero, como en nuestro ejido está el principal ingreso por tierra a Traslasierra, en el control caminero de Cañada Larga decidimos poner enfermeras las 24 horas para hacer un control sanitario más estricto, lo cual también insumió recursos que tuvimos que poner nosotros, los municipios. Ahí hicimos parte del gasto a Nono y Cura Brochero, y así lo pudimos afrontar. Creo que fue uno de los controles camineros más efectivos, pero para mucha gente que tenía que entrar al Valle de Traslasierra era muy odioso, pero eso hizo que en nuestra zona tuviéramos muy pocos casos. Estuvimos 7 meses con casos cero. Y ahí siempre con la expectativa de ir flexibilizando actividades que a medida que se iba aproximando el final de año era la gran incertidumbre si íbamos a tener turismo o no. Nosotros somos 100 por ciento turísticos en el caso de Mina Clavero. Nos empezaba a preocupar si no había temporada cómo afrontábamos el 2021, luego de un 2020 tan crítico. Y bueno, ahora estamos en las puertas de una nueva temporada con mucha expectativa. A priori, la cantidad de personas que va a asistir a Mina Clavero y el Valle de Traslasierra es mucha por las reservas que hay. Pero estamos con toda la preocupación de esta pandemia, porque nosotros hasta el 20 de noviembre, donde se permitieron las aperturas graduales, en Mina Clavero habíamos tenido 22 casos positivos de Covid, y a partir del 20 de noviembre hasta hoy, se nos fueron los casos tres veces y media más arriba. Esperamos que cuando se abra para el resto del país en enero seguramente nos van a crecer los casos de manera exponencial y vamos a estar atendiendo la temporada turística y atendiendo el mayor brote de Covid. En el medio, logramos gestionar con Nación que se instalara un módulo sanitario turístico al lado del Hospital Provincial que está en Mina Clavero. En estos momentos se está construyendo ese módulo sanitario que va a estar para el 20 de enero. Nos hubiese gustado que esté para los primeros días pero bueno, peor es no tener ese módulo sanitario. Eso es capacidad instalada que queda para todo el año y eso es muy bueno. Dimos más de 500 capacitaciones presenciales  al sector hotelero y gastronómico sobre todo, más otras capacitaciones virtuales que las hemos colgado a las redes. Eso es lo que nos ha pasado en este año y ahora con toda la expectativa de tener una buena temporada, sin que se nos vaya a descontrolar por algún brote. Sabemos que las autoridades provinciales están con la mira puesta en los lugares turísticos y si se complica van a tener que tomar una decisión dura y lo van a hacer. Y eso es lo que nosotros no queremos.

- En el aspecto de la ayuda social, ¿pudieron atender esta demanda que se generó con la pandemia y la paralización de la actividad económica durante tantos meses?

- Por un lado estuvo la asistencia del Gobierno nacional, a través de los IFE, a través de los ATP. No mucha gente pudo acceder a los ATP en la zona nuestra de Mina Clavero y Traslasierra porque también convengamos que hay mucha informalidad en el trabajo de temporada. Pero en general no hubo grandes sobresaltos en lo económico en Mina Clavero porque todo el mundo hizo por lo menos un colchoncito por una buena temporada que tuvimos en el verano pasado y nosotros no somos un destino de temporada invernal, que para nosotros es temporada baja. Entonces la gente sabe, está acostumbrada, pudo hacerse un ahorro. Si no hubiese sido por esta temporada la situación hubiese sido peor y así lo pudimos sobrellevar. Obviamente hubo muchas familias afectadas y el municipio estuvo ahí presente con módulos alimentarios. Al no haber transporte público trasladábamos  nosotros con nuestros vehículos, con la ambulancia municipal, a gente que tenía que hacerse atender en Córdoba. Hubo asistencia en cuanto a provisión de medicamentos, módulos sanitarios. En algunas ocasiones tuvimos ayuda del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia para asistir con algunos módulos sanitarios. Y después los asistimos nosotros. No tuvimos una gran demanda. Sí ahora se nos está dando, porque a esta altura la gente que tenía un ahorro de la temporada ya se lo consumió. Y con este aumento de los brotes de pasar de 22 a 70 casos de coronavirus nos generó unas 260 personas aisladas, con lo cual hay mucha gente que trabaja en la diaria y no pudo hacer su ingreso y ahí es donde tuvimos que estar. Del 20 de noviembre hasta acá hemos tenido que hacer más asistencia alimentaria que en todo el año. Pero no ha habido grandes sobresaltos. Nunca nos atrasamos en el pago de sueldos. Hemos podido ir dando a duras penas los aumentos a nuestros empleados municipales que también, me saco el sombrero por la forma en que pusieron el pecho, a todo el equipo municipal, el equipo de salud nuestro es un lujo de la forma en que se han comportado. Estamos haciendo un laburo artesanal hoy en día con la asistencia pero, ya en el medio de la temporada, creo que no lo vamos a poder hacer. No vamos a tener el recurso humano para hacer lo que hoy en día estamos haciendo, familia por familia, teniendo nombre y apellido de cada uno. Pero bueno, vamos a ver cómo la podemos llevar en pleno verano.

- Es un desafío muy grande este de esperar la llegada de gente de otras provincias y también ese riesgo latente de, al haber tanto movimiento, que se puedan generar más contagios…

- Y aparte tenemos claro que el turista va a venir, es muy probable que el promedio de alojamiento no pase de 4 a 5 días. Por ahí vienen infectados  y no van a mostrar síntomas, y lo más probable es que el riesgo de contagio quede en nuestro personal, ya sea el que trabaja en los alojamientos o en la gastronomía. Por eso hacemos mucho hincapié en que se cuiden, porque el turista se va a ir y el virus se va a quedar. Eso va a generar bajas de personal, posiblemente pérdidas laborales porque los patrones no pueden bancar los 14 días de sueldo en el caso en que estén formalizados, y en el mercado informal yo creo que van a perder. Por eso estamos haciendo mucho hincapié, mucha docencia, para que no se contagien y termine siendo un perjuicio no solamente sanitario sino en lo económico de la familia. Ese es el gran desafío que estamos enfrentando por estos días.