Daniel Salibi: “Nunca vi un desborde de esas características”

General15 de febrero de 2025 Por Miguel Angel Perin
A cargo de la intendencia de Mendiolaza, Daniel Salibi, vivió el fenómeno meteorológico del 15 de febrero desde la primera línea. Para él, la precipitación de aquel mediodía no fue como en otros temporales.
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En pocas horas cayeron alrededor de 300 mm en la zona de Sierras Chicas.Foto: prensa,cba.gov.ar

Desde las primeras horas del domingo 15 de febrero de 2015 comenzó a llover en el área central de la provincia de Córdoba. En Mendiolaza, localidad ubicada en el Corredor de Sierras Chicas, la precipitación era intensa pero nada excepcional. En aquel momento, Daniel Salibi, estaba a cargo del gobierno municipal. Su testimonio sobre cómo se desarrollaron los hechos sirve para graficar cómo transcurrió la aciaga jornada.

“Ese 15 de febrero comienza a llover a partir de la una de la mañana. A partir de las 4 de la mañana, cuando ya habían llovido aproximadamente unos 70 u 80 milímetros, había que empezar a cortar los vados. Yo activo la Defensa Civil, que incluye Policía, Bomberos Voluntarios, Seguridad Ciudadana; y empezamos a hacer los cortes en los vados. La lluvia continúa. De ahí nosotros nos vamos a la estación de servicio, de eso siempre nos acordamos como una cuestión anecdótica, a tomar un cafecito mientras seguíamos aguardando y mientras seguía lloviendo torrencialmente”, recuerda el ex jefe comunal.

“A las 7 de la mañana se activan todos los equipos viales para empezar a liberar algunas calles, sobre todo en la ruta, en la que había la correntada del agua había erosionado todo el sector y se comienza a trabajar. Ahí cesó un poco la lluvia, pero ya iban aproximadamente casi 200 milímetros que habían caído”, apunta.

La lluvia se hizo intermitente mientras los equipos trabajaban para ordenar mínimamente las zonas más afectadas. La precipitación había causado daños importantes, pero nada hacía presagiar lo que vendría. “A las 11 de la mañana recuerdo que le llamo a mi señora para decirle: "Mira, quédate tranquila que voy a encargar un pollo porque ya estaban los vados cortados, y era domingo al mediodía”, rememora Salibi, dándose tiempo para organizar el almuerzo familiar.

“De repente, a las 12 en punto prácticamente, se larga una lluvia. Era una cosa rara, de la forma en que caía. Si bien es cierto habíamos tenido varios sucesos durante esas 11 horas anteriores, pero no de esta magnitud”, enfatiza.

“Aproximadamente fueron 46 minutos en los que llovieron casi 300 mm pero, con lo que había llovido antes, no había forma de que la tierra absorbiera, porque ya venía colapsada. Y empieza todo el desastre… Fue una cosa de minutos que empiecen los desbordes, y todo. Y bueno, la verdad es que fue una situación difícil de olvidar”, remarca.

“Siempre agradezco que haya sido al mediodía y no durante la noche. Si bien es cierto que nosotros estuvimos toda la noche trabajando, pero no fue a esa escala, porque hubiera sido una masacre”, confiesa.

“Yo, nacido en Mendiolaza, siendo de allí, de toda la vida, he visto millones de crecientes, pero nunca vi un desborde de esas características, que pasa luego por la ruta y se hace cada vez más desesperante. Los gritos, empezar a perder señal de los teléfonos, no había forma de pasar y cada vez se ponía peor. El recuerdo es muy triste, como que fue la historia más triste que tiene no solamente nuestra ciudad, sino el corredor de Sierras Chicas”, reflexiona.

REGION OBJETIVO FOTO DANIEL SALIBI MENDIOLAZA SIERRAS CHICAS.

Daniel Salibi, ex intendente de Mendiolaza. Foto: Facebook.

“Ya en horas de la tarde estábamos comunicados con todos los ministros y el gobernador mismo. En ese momento José Manuel de la Sota nos convoca el día lunes a la mañana, en la Dirección Provincial de Aeronáutica, al lado del Aeropuerto; donde se arma el Comité de Crisis y en donde ahí nos asisten a cada municipio con un ministro, con un personal del Ejército, con un personal de la Policía, Bomberos Voluntarios, Defensa Civil de la provincia, Cruz Roja; para cada una de las seis ciudades afectadas, que eran Salsipuedes, Río Ceballos, Unquillo,  Mendiolaza, Villa Allende y Saldán, tuviéramos asignado un Comité de Crisis mientras se iba evaluando toda la situación”, detalla.

“Ver las máquinas viales sacando a la gente de los techos fue una cosa realmente terrible y muy triste. Van pasando los años y siempre para esta fecha, sobre todo para las 426 familias damnificadas en nuestra ciudad, son recuerdos muy tristes, porque perdieron absolutamente todo en alguno de los casos”, asegura.

Adentrándose en el análisis de la respuesta que se dio a la magnitud del evento, Daniel Salibi considera que se hizo lo posible en el momento de los acontecimientos. “La verdad es que se trabajó se trabajó muy bien, muy bien dentro de lo que se podía hacer. No es que no estemos preparados, pero sí, ante estas situaciones de la naturaleza uno no puede decir que está preparado al 100% porque eso sería mentir”, expresa.

“El día después hubo varios análisis y hay que tener en cuenta que todo el corredor de Sierras Chicas venía prácticamente con una sequía importante de 10 años. Recordarán todos los problemas que nosotros tenemos con el agua. Las grandes sequías que se venían dando, o sea, lo que llovía era la mitad del promedio anual. La última inundación grande había sido en el 2007, donde se había llevado el puente del Talar, que era un vado. Después se construyó el puente nuevo”, repasa.

“Después se crea el LEP, que es la limpieza, encauzamiento y profundización del arroyo, que está dentro del presupuesto provincial, que se hace todos los años durante el invierno. Ahí está también la cuestión ambiental, porque cuando se querían hacer las limpiezas profundas en los arroyos, no se dejaba sacar los árboles, y esto también fue una de las consecuencias que se fueran haciendo diques. De todos modos, con los casi 600 mm que habían caído, nos hubiéramos inundado lo mismo. Tal vez hubiera sido algo menor en las consecuencias, pero en definitiva, con 600 mm, nadie está preparado”, remarca.

El daño material fue enorme. Pero el daño humano fue más allá de eso, mucha gente se quedó sin memoria, sin recuerdos, sin testimonios de su vida y de sus seres queridos. “En el plano humano fue difícil. Yo, al haber sido nacido acá, veía como se llevaba las cosas. Imagínate que entrar de repente y no tener absolutamente nada. Creo que como ser humano, la cosa que más sintió la gente son las fotos. Son cosas que no recuperás más. Todos los recuerdos que vos podías tener en papel, las cosas de los chicos de los colegios, gente que guarda, todo eso que archiva, todas esas cosas. Lamentablemente que te pase que entren 2 metros de agua dentro de tu casa, bueno, no hay forma de recuperar absolutamente nada”, admite.

Daniel Salibi también plantea la reacción de la otra parte de la población de Mendiolaza tras el desastre, poniendo en evidencia la solidaridad puesta de manifiesto con las familias afectadas por la inundación. “Iban a cocinar,  a preparar las viandas de comida para la gente que estaba apostada en distintos lugares, en la parroquia, en el salón; gente donando ropa, electrodomésticos. Creo que ahí se ve la otra parte humana también, que eso es importante, ¿no? La solidaridad entre vecinos y entre seres humanos, que nunca hay que olvidarse de eso”, resalta.

El repaso por la historia vivida deja también un comentario sobre las consecuencias que dejó el aluvión en materia política. De los intendentes de las localidades afectadas que buscaron la reelección en aquel 2015, solamente Salibi consiguió el aval de sus conciudadanos y pudo seguir al frente del municipio.

 

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